Son las bebidas que se preparan con cualquier tipo de azúcar añadida como aguas de frutas, chocolate o atoles, así como las que se producen industrialmente como refrescos, aguas saborizadas, jugos y néctares, bebidas deportivas, energéticas, cafés o tés listos para beber.
Estas bebidas pueden ser parte de una dieta balanceada cuando se consumen con moderación. Para tener un equilibrio entre las calorías que ingerimos y las que gastamos, debemos ser conscientes de nuestra actividad física, así como de todos los alimentos y líquidos que consumimos a lo largo del día, incluyendo las bebidas azucaradas. Si tenemos una vida sedentaria, no quemaremos las mismas calorías que quien tiene una actividad física más intensa o frecuente.